Una vieja historia

Cuenta la leyenda que, en el año 250 a. C. el rey de Siracusa (hoy Sicilia, Italia) le encargó a un joyero que le fabricara una hermosa corona de oro y plata. Pero el rey desconfiaba del joyero y temía que en lugar de fabricarla con oro, usara un metal más barato. Para averiguarlo, convocó a Arquímedes, al que le pidió que confirmara si su corona era de oro pero sin destruírla. Arquímedes aceptó el desafío. Un día mientrras se bañaba, observó que al sumergirse en su tina el agua subía su nivel y notó más liviano su cuerpo. Se dio cuenta que el agua realizaba un empuje sobre él, relacionando después éste empuje con el peso del agua dealojada.
El sabio, distraído, salió corriendo por las calles gritando ¡Eureka!, ¡Eureka! que significa "lo he encontrado".